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Conoce más sobre la investigación de la toxina de alacrán azul y los sorprendentes beneficios que existen para los pacientes con cáncer.
En el año 1985 un equipo de científicos de la Facultad de Ciencias Médicas de Guantánamo, Cuba, encabezado por el Biólogo Misael Bordier Chibas, inició los estudios sobre la posible aplicación del veneno del escorpión azul en el tratamiento del cáncer. Producto de esta labor surgió un medicamento natural, llamado, la toxina de alacrán azul.
La toxina de alacrán azul es el biopreparado de la toxina del alacrán Rhopalurus Junceus especie endémica la cual no presenta toxicidad para el ser humano. Es un tratamiento alternativo para el cáncer, utilizado en Cuba desde hace más de 30 años.
En la investigación de la toxina de alacrán azul existen estudios que demuestran las propiedades anticancerosas de los venenos de alacrán, entre los que se encuentran; el escorpión chino al cual se le aisló los péptidos GAB y la hialuronidasa ambos con acción antitumoral. También el escorpión Tityus discrepans que presenta una amplia distribución en el norte de Sudamérica del cual se aislaron los péptidos Neodadin 1 y 2 ambos con acción antitumoral.
En el año 2012 durante el congreso de Labiofan celebrado en la Habana, Cuba, se presentaron diversos trabajos sobre la acción del concentrado de escorpión azul también conocido como la toxina de alacrán azul, sobre las células tumorales. Donde se dieron a conocer una serie de resultados importantes por científicos pertenecientes al Centro de Inmunología y Biotecnología de Cuba.
Entre estos sobre la investigación de la toxina de alacrán azul se encontraron en los resultados la presencia de péptidos 1, 2, 3, 4 y 5. Obteniendo mejores resultados antitumorales los péptidos 4 y 5. Estos péptidos presentaron una amplia selectividad sobre las células cancerosas y presentaron una acción directa sobre estas células. Aumentando la síntesis de la proteína P53, disminución de la proteína BCL2 y la disminución de la Ciclo oxigenasa 2; propiciando la muerte de estas células tumorales.
Aunque no se puede mencionar que la toxina de alacrán azul sea la cura para el cáncer, sí se puede asegurar que mejora en muchos sentidos la calidad de vida de los pacientes enfermos, pudiendo gozar de un intervalo libre de enfermedad. Esto depende del estado clínico del paciente y de las reservas vitales que posea.
La toxina de alacrán azul presenta las siguientes propiedades:
La toxina de alacrán azul presenta una amplia selectividad sobre las células cancerosas aumentando la síntesis de la proteína P53, disminución de la proteína BCL2 y la disminución de la Ciclooxigenasa 2; lo cual favorece la muerte de las células tumorales.
Estos resultados varían en cada paciente y dependen de los factores tales como:
El tratamiento no se contrapone con la quimioterapia, radiaciones, ni con otros tratamientos oncológicos, por lo que se pueden llevar a la par.
El alacrán o escorpión azul de la especie Rhopalurus Junceus endémica de Cuba que habita en todo el territorio nacional, se localiza principalmente en: Baracoa (provincia Guantánamo), Jagüey Grande (provincia Matanzas) y en la provincia Camagüey.
El tratamiento con la toxina de alacrán azul está hecho con veneno del alacrán azul, este es un artrópodo de la clase arácnida, familia buthidae, que se alimenta de insectos succionándolos después de paralizarlas con su veneno, compuesto fundamentalmente de proteínas de cadena larga, con componentes tóxicos y otras sustancias. Los adultos miden 55-100 mm de longitud. Su cuerpo de color pardo amarillento con un triángulo intercular negro.
El veneno de este alacrán tiene bajo grado de toxicidad y no es mortal. En Cuba no existe ninguna especie animal o vegetal que sea mortal en humanos.
Todos los estudios realizados coinciden que el veneno del Rhopalurus Junceus de cuya toxina se elabora el biopreparado de alacrán azul no es toxico para mamíferos y los ensayos preclínicos y clínicos han demostrado que no existen secuelas a corto ó mediano plazo.
Estudios de toxicidad realizado por Grupo de investigaciones de toxinas naturales de la provincia de Guantánamo (Bordier 1995 A.61K). Estudios de Toxicidad realizado por el Instituto Nacional de Oncología y Radioterapia (Bello 1993).